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Declaraci​ó​n Conjunta

by Martín Palacio Gamboa

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1.
Más allá de las palabras (Letra y música: Martín Palacio Gamboa) Aquí siempre hubo indicios de caballos de arena; por donde vaya yo siempre hay playas que a veces me esperan para poderte ver. No sé qué estrella turbia o cualquier tres de espadas se habrá de revertir, entre nieblas de memorias blancas y la flor del jazmín. Más allá de las palabras donde se encuentra el sol del sentido más obvio sólo está esa ilusión de lo que evoco aquí en mi corazón. Hay guitarras azules, canciones de Caetano o esos viajes en tren de un Sansueña terrible y lejano, un ángel de papel. Y entre cuatro paredes un infierno impreciso busca quedarse acá como quien se acostumbra al vacío de toda eternidad. Más allá de las palabras donde se encuentra el sol del sentido más obvio sólo está esa ilusión de lo que evoco aquí en mi corazón.
2.
Canción de la paloma herida (versión libre de tema árabe – siglo IX) Deja que enciendan por mí toda esa llama bajo la luna, la luna con su flor llena de azul y ojos de plata. Escucha, escucha: a la sombra de la primera mañana oscura, oscura, nadie me hablará de ti, nadie ni nada. ¿Quién duda, quién duda de mi corazón que, al fin, nunca se calla?
3.
Epitafio desmesurado a un poeta (letra: Miguel Hernández/música: Martín Palacio Gamboa) Nata del polvo y su gente y nata del cementerio, verdaderamente serio yace, verdaderamente. No sé si en su hirviente frente, manicomio y calabozo, aún resplandece algún trozo del relámpago bermejo que enloqueció en su entrecejo. Quiso ser trueno y se quedó en sollozo. Fue una rueda solitaria hecha con radios de amor, y a la luna y al dolor daba una vuelta diaria. Un águila sanguinaria le picó cada sentido, que aventado y esparcido de un avaricioso modo llevaba del cuerpo a todo. Quiso ser trueno y se quedó en gemido. Trueno de su sepultura sea, y del polvo y del cieno, éste que tuvo de trueno sangre, pasión y locura. La espuma de su figura, hasta perder el aliento, hizo disparos de viento con sangre de cuando en cuando. ¿Sigue su polvo sonando? Quiso ser trueno y se quedó en lamento.
4.
Monólogo segundo de Segismundo (letra: Calderón de la Barca -1600-1681- /música: Martín Palacio Gamboa) Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos. Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte! Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí, destas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
5.
Milonga de amor impar (letra y música: Martín Palacio Gamboa) Aunque se muestre fierita y lunfardee a lo Rivero, y a veces lleve el acero de su sevillana, evita el ahorrarme en cada cita su abrazo fiel de serpiente. La piel que le siento siente mi zurdo a prueba de halcones y así, como a lobizones, surge el amor. Ferozmente. No existe paso mal dado cuando a su calle me asomo y el romanticismo plomo se hace un pegote al costado. Ya sea tirando a sado mi alma, sé que la espera pa ver su belleza entera y decirle a ella: “papusa, vos sí que te hiciste musa de un yorugua en Balvanera”. Claro, no soy Celedonio ni Cadícamo o Le Pera. Y por más que yo quisiera con raticida o plutonio aplacar a ese demonio de la pasión soy poseso. Ante esa piba confieso que brota en mi pecho a mares el Cantar de los Cantares entre su beso y mi beso.
6.
Límites (letra: Jorge Luis Borges/ música: Martín Palacio Gamboa) De estas calles que ahondan el poniente, una habrá (no sé cuál) que he recorrido ya por última vez, indiferente y sin adivinarlo, sometido a quien prefija omnipotentes normas y una secreta y rígida medida a las sombras, los sueños y las formas que destejen y tejen esta vida. Si para todo hay término y hay tasa y última vez y nunca más y olvido ¿Quién nos dirá de quién, en esta casa, sin saberlo, nos hemos despedido? Tras el cristal ya gris la noche cesa y del alto de libros que una trunca sombra dilata por la vaga mesa, alguno habrá que no leeremos nunca. Hay en el Sur más de un portón gastado con sus jarrones de mampostería y tunas, que a mi paso está vedado como si fuera una litografía. Para siempre cerraste alguna puerta y hay un espejo que te aguarda en vano; la encrucijada te parece abierta y la vigila, cuadrifonte, Jano. Hay, entre todas tus memorias, una que se ha perdido irreparablemente; no te verán bajar a aquella fuente ni el blanco sol ni la amarilla luna. No volverá tu voz a lo que el persa dijo en su lengua de aves y de rosas, cuando al ocaso, ante la luz dispersa, quieras decir inolvidables cosas. Creo en el alba oír un atareado rumor de multitudes que se alejan; son los que me han querido y olvidado; espacio, y tiempo y el que soy me dejan.
7.
Amigo Baudelaire (letra y música: Martín Palacio Gamboa) No sé lo que pasó bajo este sordo spleen de labios encarnados con olor a carmín Amigo Baudelaire, recuerda que no hay un bar donde el abismo se amonede por un poco de clonazepam. Sólo queda el amor royendo sin cesar su más dura osamenta bajo este reino astral Amigo Baudelaire… El vino se volcó. La tos del arlequín delata nuestro viaje amortajado y senil. Amigo Baudelaire… Ángeles de hospital entonarán al fin el coro carroñero hacia tu noche gentil. Amigo Baudelaire… París no era una flor y ante esta soledad, un blues siente saudade de la modernidad Amigo Baudelaire…
8.
A mi estatua de barro (letra: Hugo Emilio Pedemonte/música: Martín Palacio Gamboa) En la runfla será y en una calle donde la sombra sea casi humana, habrán pasado años. Bajo la lunfa de una yacente historia desgraciada ni polvo habrá, sino memoria sola y un fueye con la música callada. Un silencio de versos sucuchados resumará la orilla. Cuantos vayan a recordar la davi del poeta verán en una réplica estrolada mi rostro envejecido: sólo tiempo de corazón en dolorida estatua. “Este –habrán de decir- es el poeta que confundió mistongo y esperanza pero piyó su soledad de sombra que no supo vivir y fue orillada. Hoy siente la tristeza de ser tango como si estar ya muerto no bastara”.
9.
Gatamaga (letra y música: Martín Palacio Gamboa) Pequeña gatamaga, qué conjuro será el que haga estallar esta coraza de tinieblas. Pequeña gatamaga, la tormenta se cierne y sobre el campo se esparce esa ceniza. Pues tantas veces se escapa a ese ruedo de aquellos que no tienen más que un vidrio ante sus ojos. Y ahora está el atravesar la calle por donde un fauno no equivoca el paso de los días. Sólo espero tus garras que no siempre desdeñan la mi espalda o el lomo de los libros que están por escribirse ya a dos manos. Como nuestros rituales, sin maldición ni herida. Pequeña gatamaga, no me dejes librado a esa escalera que va al segundo piso donde los signos quedan descifrados (no sea que a tu ausencia se le hermane el olvido). Pues tantas veces se escapa a ese ruedo de aquellos que no tienen más que un vidrio ante sus ojos. Y ahora está el atravesar la calle por donde un fauno no equivoca el paso de los días. Sólo espero tus garras que no siempre desdeñan la mi espalda o el lomo de los libros que están por escribirse ya a dos manos. Como nuestros rituales, sin maldición ni herida.

about

A partir de nueve canciones de estructura sencilla y que remite, en su tosquedad, a las primeras composiciones de Dylan o Nick Drake, Martín Palacio Gamboa se suma a esa corriente de nuevos cantautores que apuestan a la recurrencia de técnicas caseras de grabación. Entre temas propios y la musicalización de algunos poetas como Miguel Hernández, Jorge Luis Borges o Hugo Emilio Pedemonte, "Declaración Conjunta" propone -durante veinte minutos- la recreación de una mirada sobre el mundo que va por momentos de lo más ancestral a lo más existencialista.

credits

released October 31, 2013

Voz y guitarra: Martín Palacio Gamboa
Técnico de grabación: Ameba Avschten
Arte de tapa: Luna Dunia (www.behance.net/LunaDunia)

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about

Martín Palacio Gamboa Montevideo, Uruguay

Nacido en 1977, Montevideo, su música retoma las raíces del canto popular uruguayo, pero en permanente diálogo con la música del Nordeste de Brasil y el folk punk, aunque tampoco descarta la tradición árabe y, por momentos, la electrónica. Sus letras, por lo general, abogan por una repolitización de la canción en clave antifascista. ... more

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